CARACAS.- Gobierno y oposición se mostraron ayer comedidos en sus declaraciones tras la salida ayer de prisión con una medida humanitaria del excomisario Iván Simonovis, una decisión que el Ejecutivo afirmó ayer que «respeta».
En la jornada marcada por la celebración del Día Internacional de la Paz, el presidente, Nicolás Maduro, encabezó varios eventos públicos en los que estuvo hablando pero sin hacer mención alguna al caso de Simonovis.
El ministro de Interior, Miguel Rodríguez, fue uno de los pocos oficialistas que en el día de hoy respondieron sobre esta decisión de la justicia sobre Simonovis, que se encontraba preso desde noviembre de 2004 condenado a 30 años por dos de los 19 asesinatos durante el fallido golpe de 2002 contra Hugo Chávez.
«Es una decisión del poder judicial que nosotros respetamos», indicó escuetamente el titular de Interior durante su recorrido por los actos para celebrar el Día Internacional de la Paz que tuvieron lugar en la capital.
En el mismo evento, el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Darío Vivas, uno de los pocos oficialistas que ayer habló sobre la decisión, aseguró hoy que el Gobierno venezolano ha tenido «una actitud humanitaria», dijo, «siempre».
No entró a valorar la decisión pero afirmó, en palabras parecidas a las pronunciadas ayer, que en el comisario, tras la aparición de las primeras imágenes ya en su casa en Caracas «no hay ni una sola gota de arrepentimiento».
«Ni siquiera un planteamiento de solicitud de perdón al pueblo venezolano por el daño que le ocasionó», aseguró.
Vivas recordó que la familia de Simonovis puede «disfrutar» de su regreso, reencuentro que, dijo, los familiares de las 19 personas que «ordenó a través de la policía que masacraran (…) no van a tener nunca».
Simonovis recibió en la madrugada de ayer la medida de arresto domiciliario por «razones humanitarias» para poder tratarse de varias patologías que, según su círculo cercano, le aquejan y que, según su abogado Jose Luis Tamayo, suman 19, varias de ellas relacionadas con el corazón.
Tamayo indicó ayer que esta decisión humanitaria es «parcial» ya que en la vivienda familiar habrá un destacamento del Servicio Bolivariano de Inteligencia, decisión judicial que se suma a la prohibición de hacer declaraciones a los medios, utilizar las redes sociales o salir del país.
Además el TSJ informó de que el comisario tendrá que presentar un informe sobre su estado de salud cada tres meses y que cuando su estado mejore regresará a prisión, algo que su letrado reconoció.