Un niño británico de cinco años gravemente enfermo al que sus padres se llevaron a España sin consentimiento médico, es atendido de un tumor cerebral en un hospital español en tanto que sus progenitores aguardan ser extraditados a Gran Bretaña, dijo el domingo la policía.
Agentes de la policía recibieron una llamada telefónica el sábado en la noche desde un hotel al este de Málaga en la que avisaban de la presencia en el lugar de un vehículo cuya descripción coincidía con la facilitada por las autoridades.
Ambos padres fueron arrestados y el menor, Ashya King, fue trasladado a un hospital, dijo un portavoz de la policía española.
La situación del niño dependerá de la opinión de los médicos, dijo el portavoz que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a dar su nombre a la prensa.
La Policía Nacional difundió diversos mensajes por Twitter donde daba detalles de la familia King y solicitó a la ciudadanía facilitar cualquier información disponible mediante el número de emergencias.
«Los King están detenidos y la policía tiene 72 horas para interrogarlos y remitirlos después a un juez, que comenzará el proceso de extradición», dijo Chris Shead, de la policía de Hampshire, en Gran Bretaña.
Shead afirmó que los padres fueron arrestados por presunta negligencia. Reciben asesoría del servicio consular británico en España y posiblemente también los interrogue una unidad de la policía británica que tenía previsto llegar a Málaga el domingo.
El jueves comenzó la búsqueda internacional del menor, que padece un severo tumor cerebral, después de que sus padres lo sacaran de un hospital en la ciudad de Southampton, condado de Hamshire, en el sur de Inglaterra.
A solicitud de la policía británica, la Interpol giró una orden de arresto europea contra los padres del niño, Brett y Naghemeh, ambos Testigos de Jehová. No hay indicios de que los progenitores hubieran planteado algún asunto religioso en torno al tratamiento del menor.