La inesperada muerte del cantante británico George Michael a los 53 años ha teñido las navidades de luto para el mundo de la música, que se volcó hoy en los tributos a una de las estrellas más reconocidas del pop de los años 80 y 90.
La policía británica mantuvo que la causa oficial del deceso permanece «inexplicada», aunque la catalogó de «no sospechosa», mientras que el agente del músico, Michael Lippman, aseguró a la revista estadounidense Billboard que se debió a un ataque cardíaco cuando estaba en la cama.
Maddona, Elton John y Robbie Williams, entre otros compañeros de profesión, se sumaron a los homenajes a Michael, a cuya residencia en Goring-on-Thames, la población al oeste de Londres donde murió, acudieron fans para depositar flores y mensajes de despedida.
También se reunieron admiradores esta mañana frente a su casa en Highgate, en el norte de la capital británica, donde algunos de los que fueron sus vecinos durante años declararon a los medios que Michael solía involucrarse en asuntos de la comunidad.
En las redes sociales se repitieron los lamentos por una muerte que culmina un año aciago para la música, que vio partir a principios de enero a David Bowie y se llevó también a Prince, en abril, y Leonard Cohen, en noviembre.
«Adiós, amigo. Nos deja otro gran artista. ¿Puede el 2016 irse a la mierda ya?», se lamentaba tras conocer la noticia Madonna, que publicó en Twitter un vídeo de 1989 en el que ella misma presentaba a Michael durante una entrega de premios.
Mostró asimismo su tristeza Andrew Ridgeley, el compañero de colegio con quien Michael formó en 1981 la banda «Wham!» y junto con el que cosechó sus primeros éxitos, incluidos los sencillos «Wham Rap! (Enjoy What You Do)», «Club Tropicana», «Wake Me Up Before You Go Go» y «Last Christmas».
«Estoy desolado por la pérdida de mi querido amigo Yog (en referencia a ‘Yours Only George’). Yo, sus seres queridos, sus amigos, el mundo de la música, el mundo en general. Te querremos siempre», escribió Ridgeley.
Se repitieron además los agradecimientos al cantante y compositor por su activismo en favor de la comunidad homosexual y su contribución a la lucha contra el VIH.
La fundación británica Terrence Higgins Trust, dedicada a ayudar a los enfermos con el virus de la inmunodeficiencia humana, lamentó su muerte y subrayó la generosidad del cantante, que donó a diversas organizaciones los derechos de autor del tema de 1991 «Don’t Let the Sun Go Down On Me», interpretado junto a Elton John, quien manifestó su «profunda conmoción» por la pérdida de su «amigo muy querido».