El presidente filipino, Rodrigo Duterte, anunció hoy la «separación» económica de su principal aliado, Estados Unidos, durante un foro de negocios chino-filipino celebrado en Pekín.
Duterte, que no dio más detalles al respecto, acabó con ese comentario un discurso muy crítico con EEUU efectuado ante el viceprimer ministro chino, Zhang Gaoli, y tras haber presenciado la firma de trece acuerdos de cooperación con la segunda economía mundial junto a su homólogo chino, Xi Jinping.
En su alocución, muy halagüeña hacia Pekín, el mandatario filipino dijo que EEUU no puede verse como «el más poderoso del mundo (…), porque le debe a China muchos préstamos».
También afirmó que espera poder recibir préstamos de China, «no gratis», aclaró, «para mejorar la vida de los ciudadanos filipinos».
El secretario de Finanzas filipino, Carlos Domínguez, rebajó el tono de Duterte en un comunicado divulgado posteriormente, en el que si bien afirmó que Manila «dará un firme giro hacia la integración económica regional» con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), «mantendrá relaciones con Occidente».
«Deseamos -indicó- una integración más fuerte con nuestros vecinos. Compartimos cultura y un mayor entendimiento con nuestra región. Filipinas está integrada con ASEAN, China, Japón y Corea del Sur».