Paraguay, en nombre de una treintena de países entre los que se encuentra España, solicitó hoy a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU que propicie programas de protección de seguridad alimentaria en Venezuela, algo que fue rechazado por Caracas como un intento de intervencionismo.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Oscar Cabello Sarubbi, pidió en su discurso que la Oficina del Alto Comisionado propicie un programa de protección de la seguridad alimentaria y de salud de los sectores más vulnerables de la población venezolana.
Cabello, que se trasladó expresamente a Ginebra para esta alocución ante el Consejo de Derechos Humanos, solicitó también a la Oficina que lleve a cabo «un análisis de una propuesta de cooperación» de la Santa Sede, que recientemente se ha propuesto para mediar entre el Gobierno y la oposición.
«Instamos al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a aceptar la disposición expresada por la Santa Sede. Estamos convencidos de que el diálogo político oportuno y de buena fe será el instrumento más eficaz para hacer frente a las necesidades urgentes del pueblo venezolano, preservar la paz y la seguridad», agregó.
El político paraguayo, asimismo, mostró su «adhesión a la preocupación expuesta por el Alto Comisionado respecto a la gravedad de las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela», e instó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a «considerar estas observaciones».