Los chilenos se conmovieron hoy con la muerte del expresidente Patricio Aylwin Azócar, quien encabezó la transición a la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet y asentó las bases de un largo período de prosperidad económica y de avances sociales y políticos en el país.
Aylwin falleció a los 97 años en la casa donde vivió desde 1948 en el municipio santiaguino de Providencia, rodeado por sus familiares, que atribuyeron su deceso a “causas naturales”.
La familia del exmandatario (1990-1994) decidió velarlo en su hogar, según un comunicado leído por su hijo mayor, Miguel Aylwin.
El miércoles, sus restos serás trasladado hasta la sede del Congreso en Santiago, para después ser llevados a la Catedral Metropolitana y ser inhumados el viernes en el Cementerio General.
“Sabemos que él no pertenece solamente a nuestra familia, sino que a todo el país”, dijo emocionado Miguel Aylwin, acompañado por todos sus hermanos.
La familia creó además una página web que repasa la vida y trayectoria política de Patricio Aylwin, en la que los chilenos pueden publicar sus condolencias por el deceso.
El Gobierno decretó tres días de duelo nacional y un funeral de Estado por la muerte de Aylwin, que en 1973 era presidente de la Democracia Cristiana, que se oponía al gobierno de Salvador Allende y favorecía una intervención militar para superar la crisis que agitaba al país.
Pronto, sin embargo, Aylwin comenzó a participar en instancias opositoras, en el inicio de un tortuoso camino hacia la democracia que tuvo su momento culminante en octubre de 1988, cuando los chilenos rechazaron la continuidad de Pinochet en el poder en un plebiscito y un año después, cuando fue elegido presidente, cargo que asumió en marzo de 1990.
Políticos de todos los sectores y chilenos de a pie elogiaron hoy las cualidades de Aylwin y su decisiva aportación a la democracia en momentos difíciles.