Ecuador dice adiós al 2015 con el anuncio de otra despedida, quizá solo temporal, pues en las ultimas semanas del año se supo que su presidente, Rafael Correa, no se presentará en 2017 a las elecciones, castigado este año por la brusca caída del precio del petróleo y el fortalecimiento del dólar.
Al margen de la crisis económica, Ecuador vivió desde mediados de año entre la prevención y la preocupación por los posibles efectos del fenómeno de El Niño y por la amenaza que supone el despertar del temible volcán Cotopaxi, en pleno proceso eruptivo.
En un ambiente crispado, los ciudadanos expresaron durante gran parte del año en la calle su posición ante la coyuntura económica y política, que, una vez más, tuvo como protagonista a Correa, a cuenta, entre otras cosas, de la figura de la reelección indefinida, planteada en unas enmiendas a la Constitución.
Aunque el gobernante, en el cargo desde 2007, había dicho varias veces que no estaba interesado en optar a un nuevo mandato, defendió las enmiendas para introducir en la Carta Magna la reelección indefinida, lo que generó la desconfianza de la oposición política y de sectores críticos.
Las enmiendas, aprobadas en diciembre, incluyen una disposición transitoria, aupada por el propio gobernante, que impide optar a la reelección a quienes hayan disfrutado de su cargo durante dos períodos, por lo que Correa, ya reelegido en 2013, no se presentará a las elecciones de 2017.