No se trata de lo que se ve a primera vista sino de lo que está debajo, escondido detrás de las glándulas mamarias y la grasa que lo rodea.
Los músculos pectorales forman y acondicionan el pecho de las personas, sea hombre o mujer, pero para ellas la tonificación y fortalecimiento no se percibe tan fácilmente.
De hecho, se debe partir desde la base que los trabajos pectorales no van a tener una gran influencia en el tamaño del busto. Lo que sí puede lograrse es una apariencia diferente, más acorde a lo que la mujer está buscando.
El tamaño de los pechos está relacionado principalmente con la acumulación de grasa alrededor de las glándulas mamarias, además de otros factores.
“Si quieres disminuirlo hay que reducir las grasas. Si quieres aumentarlo hay que consumir grasa, aunque con esta solución hay que tener cuidado porque se engorda todo el cuerpo”, advirtió Mar Rovira, exjugadora internacional de baloncesto de España, psicóloga del deporte y entrenadora personal.
Para reducir la grasa se necesita aumentar el metabolismo del organismo, lo que demanda más consumo de energía y por ende el aumento de calorías.
La mejor manera es realizar una rutina de entrenamientos que pueda mezclar los beneficios de hacer trabajos de tonificación y fuerza con sesiones de entrenamiento aeróbico.