La presidenta chilena, Michelle Bachelet, aseguró hoy que se enteró por la prensa de un millonario negocio que involucra a su hijo, que está siendo investigado por la Justicia.
«No tuve información previa, ni después, me informé en Caburgua por la prensa», afirmó Bachelet a los periodistas al retomar hoy sus funciones, luego de pasar sus vacaciones en el sur del país en su residencia a las orillas precisamente del lago Caburgua.
Sebastián Dávalos, hijo de Bachelet, fue denunciado por la derecha política por supuestos delitos de tráfico de influencias y uso de información privilegiada, tras un negocio inmobiliario realizado por su esposa, Natalia Campagnon.
El hijo de la mandataria, que se desempeñaba como director sociocultural de la Presidencia, renunció al puesto el pasado 13 de febrero.
Campagnon, que es socia del 50 % de la empresa Caval Limitada, obtuvo el 16 de diciembre de 2013, un día después del triunfo de Bachelet en las elecciones presidenciales, un préstamo en el Banco de Chile por 6.500 millones de pesos (unos 10,4 millones de dólares) para la adquisición de unos terrenos en el municipio de Machalí, en la región de O’Higgins, al sur de Santiago.
La operación se fraguó durante una reunión celebrada en la sede del banco en la que participaron Andrónico Luksic, dueño y vicepresidente de la institución; el propio Sebastián Dávalos, en ese entonces gerente de operaciones de Caval, y su esposa.
El objetivo de los fondos obtenidos era adquirir unos terrenos rurales, que estaban pendientes de ser recalificados para uso urbano, y que después fueron vendidos por un precio superior superior en 3.000 millones de pesos (unos 4,8 millones de dólares) al de la compra.