Kate Brown se convirtió ayer en la primera gobernadora abiertamente bisexual de la historia de Estados Unidos, al jurar el cargo en el estado de Oregón, en el noroeste del país, tras la renuncia la semana pasada de su antecesor por presunto tráfico de influencias.
En su discurso de investidura, Brown calificó de «complicados» los últimos meses, durante los que se han desvelado los sucesivos casos que llevaron a su antecesor, John Kitzhaber, a dimitir, ya que los ciudadanos de Oregón «tuvieron razones para poner en duda su confianza en el Gobierno», dijo.
«Es hora de regresar al trabajo. Es hora de sacar adelante Oregón», indicó la nueva gobernadora.
Brown, de 54 años y miembro del Partido Demócrata, ejercía hasta ahora de secretaria de estado de Oregón y ha estado vinculada a la vida política del estado desde 1991, cuando fue elegida legisladora estatal a la Cámara de Representantes, primero, y después al Senado.
Fue precisamente en el Senado de Oregón donde Brown ya hizo historia al convertirse en 2004 en la primera mujer que asumía el cargo de líder de la mayoría de la Cámara Alta.
El director ejecutivo del comité de acción política de la fundación lesbiana, gay, bisexual y transexual (LGBT) Victory Fund, Denis Dison, indicó hoy en un comunicado que desde la comunidad se sienten «extremadamente orgullosos de que Kate Brown sea la primera ciudadana estadounidense abiertamente bisexual que accede a ser gobernadora de un estado».
En un escrito para una web especializada del movimiento LGBT, Brown reconoció su bisexualidad y compartió públicamente su experiencia.
«Creo que fue cuando era una treintañera cuando me di cuenta de qué soy. Pero no fue hasta que el diario The Oregonian publicó que soy bisexual que tuve que enfrentarme a lo inevitable y contarlo a quienes me rodean», explicó Brown.
Entre otras reacciones, la ahora gobernadora de Oregón contó que sus padres le dijeron que hubiera sido «mucho más fácil» para ellos que su hija hubiese sido lesbiana, y sus amigos gais pasaron a llamarla «medio marica».