Indiscutiblemente, el 2014 fue un año de crecimiento “histórico” y esto permite que haya buenas perspectivas para este 2015. Pero el reto sigue siendo que ese comportamiento de la economía macroeconómica alcance a todos los sectores de la sociedad, sobre todo a los más desprotegidos.
Esto es lo que se desprende del “Balance político y económico del 2014 y perspectivas para el 2015: desafío para los movimientos sociales”, del Centro Bonó.
Los analistas del centro este año plantean la necesidad de que la sociedad se organice para reclamar políticas que le permitan incrementar su calidad de vida.
Mejores servicios básicos como la energía eléctrica y el transporte deben figurar entre las demandas.
“Resulta crucial esforzarse para lograr trabajos de calidad.
Este año no solo debe producirse un aumento general de salarios para empleados públicos y privados, sino también alcanzar un acuerdo intersectorial para reformar el código laboral manteniendo los derechos alcanzados en la materia”, propone la organización.
Esto es necesario porque, según el economista Pavel Isa, quien fue uno de los analistas, aunque el país ha tenido buenas cifras macroeconómicas, la política social no se ha reformado de manera sustantiva.
“La falta de un gasto público de calidad afecta el logro de políticas sociales universales”, afirma el centro en su análisis.
Los analistas subrayan que no basta la popularidad de las encuestas para juzgar la calidad de un Gobierno porque esta debe medirse en el terreno de los derechos humanos fundamentales.
“De ahí que para el 2015 resulta urgente recobrar el compromiso ciudadano”, concluye.