Eduardo Calvo, coordinador nacional del Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que realiza el país, externó su preocupación por la extracción de combustibles del subsuelo mediante el método de fractura hidráulica, debido a los impactos ambientales que provoca.
El también miembro del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por su sigla en inglés) advirtió, en otro tenor, sobre la insostenibilidad del modelo de urbanización de la sociedad actual, basado en una fuerte dependencia de combustibles fósiles, lo que ha generado en las últimas décadas profundas repercusiones políticas, sociales y ambientales.
“El mundo, en estos días, ha encontrado una repentina alegría por la baja del precio de los combustibles, lo que está relacionado con un método de extracción conocido en inglés como fracking, que ha venido siendo rechazado por los impactos ambientales no deseados que genera”, expresó.
Respecto al proceso de urbanización, con una marcada tendencia en la motorización, dijo que en países europeos, en Estados Unidos y en algunos asiáticos existe un auto por cada dos pobladores, y que “muchos países en desarrollo continúan avanzando hacia lograr objetivos de confort similares”.
El experto dijo que ese modelo incrementa las emisiones de GEI, provocando cambios en el sistema climático, lo que es más preocupante por el aumento sostenido de la población mundial, que en la década de los 90 ascendía a 5,000 millones, mien- tras que en la actualidad supera los 7,000 millones, con un crecimiento de 80 millones de personas cada año.
Calvo, peruano, catedrático en la Universidad Mayor de San Marcos, se encuentra en el país en sus labores de coordinador del inventario de GEI. Ofreció el pasado lunes una conferencia en la Universidad Intec sobre la importancia de los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero para el desarrollo sostenible.
El inventario que se realiza es uno de los componentes de la Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático que prepara el país para reportar ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) la cantidad de gases de efecto invernadero que emite cada sector productivo.