Uno de los desafíos claves para la región en las próximas décadas será avanzar hacia una aproximación más concertada hacia China, en particular, y a la región de Asia Pacífico, en general, revela un informe publicado ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El documento Primer Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y China: Explorando espacios de cooperación en comercio e inversión fue entregado ayer por la secretaria ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, como una contribución de la CEPAL al Primer Foro de la CELAC y China, que se realiza desde ayer hasta hoy en Beijing, China.
En todas las economías de la región, sobre todo las sudamericanas, el vínculo comercial con China ha pasado a ser un factor relevante para sus posibilidades de crecimiento, empleo y estabilidad macroeconómica, dice. Asimismo, observa que con las reformas económicas que se están llevando a cabo en China, la inversión de este país en América Latina y el Caribe podría adquirir un rol cada vez más importante. China propuso recientemente a la región un ambicioso marco de cooperación para el período 2015-2019, conocido como “1+3+6”7, dice el documento de la CEPAL que también indica el intercambio comercial.
El 1 se refiere a que se trata de un solo plan para toda la región, enmarcado en el objetivo también único de un desarrollo inclusivo y sostenible. El 3 corresponde a los tres motores de la cooperación regional: comercio, inversiones y cooperación financiera. En estos ámbitos, China plantea elevar en 10 años el comercio con la región a los US$500,000 millones, y el acervo de IED china en la región a los US$250,000 millones, así como promover esquemas de pago en moneda local en el comercio.
El 6 se refiere a las seis áreas específicas que China desea priorizar. Estas son: energía y recursos naturales, desarrollo de infraestructura, agricultura, industria, innovación científica y tecnológica, y tecnologías de la información.