BOGOTÁ,.— La liberación por parte de las FARC de un general del ejército y de otros dos cautivos en Colombia fue anunciada ayer, un paso que permite vislumbrar la reanudación del proceso de paz que el gobierno adelanta con ese grupo rebelde.
El gobierno colombiano dijo haber recibido las coordenadas del área en el noroeste del país donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregarán a los retenidos, cuya captura provocó la suspensión de dos años de conversaciones para poner fin a un conflicto armado de 50 años.
“De acuerdo con los protocolos eso se podrá hacer el sábado. Entonces el sábado tendremos eso”, dijo el presidente Juan Manuel Santos al anunciar la liberación del brigadier general Rubén Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego.
Alzate, el oficial de más alto rango capturado por este grupo insurgente, y sus acompañantes fueron retenidos el domingo 16 de noviembre en confusas circunstancias durante un recorrido en el que iba de civil y sin escoltas en un barrio cerca de Quibdó, capital del departamento de Chocó, en el litoral Pacífico.
“Ya ordené suspensión de operaciones en la Costa Pacífica. Confiamos en que BG. Alzate y acompañantes estén de regreso el sábado”, tuiteó Santos luego del anuncio, realizado en Bogotá durante una reunión con emprendedores, que aplaudieron la noticia.
Las FARC ya entregaron el martes a dos soldados capturados tras combates el domingo 9 en el departamento de Arauca, en un primer gesto hacia las autoridades colombianas, que exigen la liberación de todos los cautivos para retomar las conversaciones de paz.
Las negociaciones, que tienen lugar en Cuba sin un alto al fuego en Colombia, buscan poner fin al conflicto armado más antiguo del continente, que en medio siglo ha involucrado a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, agentes del Estado y bandas de narcotraficantes y dejado unos 220 mil muertos y 5.3 millones de desplazados.
Desde La Habana, las FARC reclamaron en un comunicado garantías de seguridad para la entrega.
“Ésta es una condición indispensable para que los nuestros puedan aproximarse al punto X de la nueva liberación. Tenemos que alejar cualquier veleidad de emboscada o asalto que ponga en riesgo la vida del general y sus acompañantes, y la de sus escoltas guerrilleros”, indicaron.