BOGOTÁ, El hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar describe sin tapujos el espíritu sanguinario de su padre, quien atemorizó al mismo ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega y vivió rodeado de excentricidades, sicarios, animales salvajes y fiestas con piñatas repletas de dinero.
Juan Sebastián Marroquín, el nombre ficticio que adoptó Juan Pablo Escobar para sobrevivir durante 20 años, hizo estas revelaciones en una entrevista con motivo de la publicación en Colombia de su libro Pablo Escobar: Mi Padre, en el que cuenta que, en contra de la versión oficial, elcapo no murió a manos de la policía.
Escobar se pegó un tiro el 2 de diciembre de 1993 cuando se vio herido y acorralado en los tejados de una vivienda de Medellín, donde creó un gigantesco cártel de la droga, amasó una gran fortuna que manejaba en efectivo, sin cheques ni rastros financieros, y dirigió una impresionante red criminal.