BAGDAD,– Las fuerzas del gobierno iraquí y las milicias chiitas tomaron ayer el control de la estratégica ciudad de Jurf al-Sakhar, ubicada cerca de Bagdad, recuperando tras meses de combates el que era hasta ahora un bastión del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
Una victoria final en la zona podría permitir a las fuerzas iraquíes evitar que los insurgentes sunitas, que están situados en varios lugares alrededor de Bagdad, se acerquen a la capital y frenar su marcha hacia el sur del país, principalmente chiita.
Los funcionarios de seguridad dijeron que los insurgentes huyeron a los pueblos cercanos de Al Farisiya y Hayal-Askari y que todavía realizaban ataques mediante francotiradores y morteros.
Las fuerzas del gobierno estaban preparando una importante operación durante la noche en contra de los insurgentes.
En los enfrentamientos murieron 67 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y de las milicias chiitas, así como 300 combatientes del Estado Islámico, dijeron los funcionarios.
En declaraciones a la televisión estatal, el primer ministro Haider al-Abadi dijo que los iraquíes que se han visto forzados a dejar sus casas por los combates no tardarán en poder regresar a sus hogares.
El Estado Islámico realizó importantes avances en el norte de Irak durante el verano, ante la escasa resistencia de las tropas iraquíes entrenadas por EU.
La rama de Al-Qaeda declaró entonces un califato y amenazó con llegar a Bagdad, provocando la alarma en el gobierno liderado por chiitas.
En el frente de combate de la ciudad de Kobani, en la frontera entre Siria y Turquía, los kurdos lograron recuperar una colina estratégica que estaba en manos del ISIS, informó la agencia de noticias kurda Rudaw.
La colina pudo recuperarse tras los ataques aéreos de la coalición que lidera Estados Unidos contra el ISIS. Al menos 11 extremistas y cuatro combatientes kurdos murieron ayer.
Los radicales dispararon su artillería hacia Turquía y al menos cuatro obuses cayeron en su territorio.