Estados Unidos ha comenzado a atacar los principales bastiones del Estado Islámico (EI) en Siria con la colaboración de cinco naciones árabes, utilizando más de 150 bombas de precisión lanzadas desde destructores, cazas y bombarderos, informó el portavoz del Pentágono.
El contraalmirante John Kirby, portavoz del Departamento de Defensa, dijo en entrevista con la CNN que las primeras evaluaciones indican que estos ataques en Siria fueron «efectivos», aunque se proveerá más información en las próximas horas.
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, hablará sobre estos primeros ataques en Siria, donde han medrado grupos islamistas radicales en tres años de guerra civil, antes de partir a las 10 de la mañana (14.00 GMT) a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
Según un comunicado del Mando Central, encargado de las operaciones en Oriente Medio, Estados Unidos, con el apoyo de Baréin, Jordania, Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, utilizó «una mezcla de cazas, bombarderos, aeronaves de pilotaje remoto y misiles Tomahawk», lanzados desde aguas internacionales.
Kirby detalló que no todas las naciones árabes participaron directamente en ataques aéreos, pero contribuyeron de otro modo con las operaciones militares.
En total esta noche, Estados Unidos y sus aliados realizaron 14 rondas de ataques, las primeras dentro de Siria para debilitar los bastiones de los yihadistas suníes del EI, que habían aprovechado la guerra civil siria para hacerse con un vasto territorio bajo su control y fuera del alcance de potencias occidentales
Hasta ahora, los ataques de Estados Unidos y otras potencias como Francia se habían enfocado en Irak, donde el EI se estaba extendiendo.
«Los ataques destruyeron o dañaron múltiples objetivos del EI en las vecindades de Al Raqa (principal bastión del EI), Deir al Zur, Al Hasaka y Albu Kamal», explicó el Mando Central.